Utiliza la otra parte del espectro electromagnético de la energía del sol para producir electricidad. Basada en el efecto fotoeléctrico, la transformación se realiza por medio de celdas fotovoltáicas, que son semiconductores sensibles a la luz solar que provoca una circulación de corriente eléctrica entre sus 2 caras. Un conjunto de celdas conectadas entre sí, componen módulos o paneles solares fotovoltáicos. El aprovechamiento de la radiación solar mediante paneles fotovoltáicos para la generación de electricidad puede ser realizada de diferentes maneras. La primera de ellas consiste en la instalación de sistemas fotovoltáicos conectados a la red eléctrica de distribución, también conocido como sistemas “OnGrid”, los cuales interactúan directamente con la red, inyectando energía a la misma. Por otro lado existen sistemas fotovoltáicos aislados u “Off-grid” que al ser independientes de la red eléctrica, requieren la utilización de baterías para almacenar la energía eléctrica generada durante el día y disponer de la misma en horas sin sol.
Se considera generación distribuida a la energía eléctrica generada mediante fuentes de energía renovable, en el punto de consumo, y por los mismos usuarios que se encuentran conectados a la red eléctrica de distribución. La generación distribuida se produce generalmente a través de sistemas dimensionados para autoconsumo con eventual inyección de excedentes de energía a la red existente de distribución. Los usuarios que adoptan esta modalidad de generación tienen la capacidad para producir energía eléctrica, permaneciendo a su vez conectados al suministro que les brinda la red eléctrica de distribución. Este es el modelo adoptado en nuestro país por la Ley N° 27.424.
La instalación de un sistema de generación distribuida renovable posibilita al usuario cubrir parte de su demanda de energía eléctrica sin la necesidad de recurrir al suministro de la red, lo que resulta en un ahorro económico debido al autoconsumo. A su vez, de existir un sobrante de energía eléctrica generado por la fuente renovable, el usuario-generador puede percibir un beneficio económico por la inyección de los excedentes a la red. Este modelo de generación permite que el usuario interactúe con su sistema energético, incorporando conceptos relacionados con el uso de la energía eléctrica en la vida cotidiana y comprendiendo el impacto que genera el uso ineficiente de la misma, promoviendo de esta manera la eficiencia energética. El uso de éstas tecnologías permite mitigar el cambio climático, evitando emisiones de gases de efecto invernadero por el reemplazo de la generación eléctrica térmica que utiliza combustibles fósiles como el carbón, gas natural, fuel oil, gasoil, y otros derivados del petróleo.